Tempestad magnética

También tormenta magnética. La magnetosfera, es decir, la región que rodea a la Tierra y en la que se observa su campo magnético, está continuamente sometida a la acción del viento solar (flujo de partículas, tales como protones y electrones, que escapan de la corona solar), pero nuestra atmósfera nos protege de él (lo que no ocurre, por ejemplo, en la Luna). Cuando hay una erupción solar, la energía de estas partículas es tal que llegan a penetrar en la ionosfera, a nivel de los polos, provocando auroras boreales y tempestades magnéticas: éstas se manifiestan en bruscas variaciones o en oscilaciones del campo magnético, provocando sobre todo la interrupción de la transmisión de las ondas radioeléctricas.

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