Historia El término latino archidux aparece por primera vez en el siglo X como título honorífico, pero no se institucionalizó hasta el siglo XIV. El título fue formalizado en el Privilegium Maius (1358-1359), un documento falsificado por Rodolfo IV de Austria, quien buscaba elevar el rango del Ducado de Austria y equipararlo al de los príncipes electores del Sacro Imperio Romano Germánico. Inicialmente, el emperador Carlos IV de Alemania y otras casas nobiliarias no reconocieron el título. Sin embargo, en 1453, el emperador Federico III de Habsburgo, de la propia Casa de Habsburgo, lo reconoció oficialmente para su familia, consolidando así su uso.