Contexto y antecedentes En el cambio de siglo XVI, el control de territorios en el norte de Italia fue motivo de disputas entre potencias europeas. Francia, bajo el reinado de Francisco I, buscaba consolidar su dominio sobre el Milanesado, alegando derechos dinásticos debido a la ascendencia italiana. El duque de Milán, Hércules Maximiliano Sforza, apoyado por mercenarios suizos y los venecianos, resistía el avance francés. Los suizos tenían fama de excelentes infantes y formaban una fuerza de mercenarios temible, cuya infantería estaba compuesta por formaciones compactas de picas que podían anular la caballería.