Éter

Física

Designación, aparecida a finales del s. XIX, para un fluido inmaterial hipotético que llenaba todo el espacio y que se postulaba para explicar la propagación de la luz: sus oscilaciones mecánicas debían ser las ondas luminosas, y sus tensiones internas debían ser los campos eléctrico y magnético. El éter tenía propiedades muy singulares, pues debía, por ejemplo, traspasar todos los cuerpos, no ofrecer resistencia al movimiento de éstos y ser ingrávido. La idea de un éter de estas características se dejó finalmente de lado cuando el experimento de Michelson-Morley demostró que no se podía determinar movimiento relativo alguno de la Tierra respecto del éter (corriente de éter).

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