Concepto general En la doctrina católica, la mística es un estado espiritual de perfección del alma que, tras estar despojada del pecado y de las imperfecciones, entra en contacto especial (iluminativo y unitivo) con Dios. En esta doctrina, se indican las dos propiedades principales del estado místico: la pasividad del alma inundada de los dones sobrenaturales, y la simplicidad con que se produce la unión con Dios.