Vuelo

Aviación

El avión se desplaza en la atmósfera, y para poder fijar sus características y cualidades de vuelo es necesario estudiar la reacción del aire sobre los cuerpos que se desplazan en su seno. El origen de la sustentación de los aviones subsónicos se encuentra en el teorema de Bernoulli, según el cual en las zonas de un chorro gaseoso que se mueven a mayor velocidad que la media se presenta una depresión. Por tanto, el ala del avión experimenta una succión hacia arriba, debida al alargamiento de recorrido de las capas gaseosas que se produce tanto por la inclinación como por la curvatura del ala. La estabilidad horizontal se asegura logrando la mayor concordancia posible entre el centro de gravedad y el centro de empuje. Al no ser fijo este último, se consigue la estabilidad por medio de fuerzas suplementarias que actúan sobre el plano horizontal de cola. La estabilidad transversal se mejora disponiendo las alas en diedro, con lo que se produce una desigualdad de las fuerzas que se ejercen sobre cada una de ellas. Los diferentes movimientos que debe realizar el avión durante el vuelo se logran con pares suplementarios ejercidos por medio de mandos o por alerones de dimensiones relativamente pequeñas, pero colocados lo más lejos posible del centro de gravedad para conseguir una mayor efectividad. Al realizar un giro es necesario inclinar lateralmente el avión, con lo que se compensa la acción de la fuerza centrífuga.

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